Árbol de la Esperanza, Mantente Firme, 1946 Frida Kahlo

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Arbol de la Esperanza, Mantente Firme 1946 Frida Kahlo

Frida Kahlo, Árbol de la Esperanza, Mantente Firme

Después de que Frida regresó a México desde los Estados Unidos, se quedó en la cama por un tiempo y luego usó un corsé de acero durante ocho meses. Pero su estado de salud ha ido empeorando en lugar de mejorar. Sufrió dolores agudos en la columna y perdió el apetito debido al dolor prolongado. Pero todavía pinta y en una carta que le escribió a su amiga, mencionó este cuadro, Árbol de la esperanza, 1946 como «¡nada más que el resultado de la maldita operación!»

En esta pintura, bajo el cielo sombrío, el sol y la luna dividieron el fondo en dos mitades de luz y oscuridad. En el medio, Frida estaba sentada allí llorando con un disfraz de tehuana de color leído. Sin embargo, parece fuerte y segura. Detrás de ella en una camilla del hospital, acostada una segunda Frida, que está anestesiada y sus incisiones quirúrgicas aún están abiertas y chorreando sangre. Frida sostenía un corsé ortopédico rosa mientras estaba sentada en la silla de madera. Por otro lado, sostenía una bandera que tiene la letra de una canción «» Cielito Lindo «-» Árbol de la esperanza, permanece fuerte «.

Árbol de la Esperanza, Mantente Firme, de Frida Kahlo

En el asta de la bandera, hay una punta roja que parece un instrumento quirúrgico manchado de sangre o un pincel empapado en pintura roja. El paisaje árido detrás de ella tiene dos fisuras que es una metáfora de las heridas en su espalda. Frida pintó este cuadro para su mecenas Eduardo Morillo Safa. En una carta dirigida a él, Frida mencionó: «Hay un esqueleto (o muerte) que huye ante mi voluntad de vivir». Pero luego le quitó el esqueleto para complacer a Eduardo. Pero no puede eliminar la amenaza de la muerte. En este retrato, al juntar dos imágenes de Frida, una es víctima de la chapucera tragedia, la otra es la heroica superviviente, Frida la utilizó como retablo y acto de fe. Frida se hace cargo de su destino y se convierte en su propia salvadora y heroína.