El Venado Herido, 1946 Frida Kahlo

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El Venado Herido 1946 Frida Kahlo

Significado y análisis de «El Venado Herido» de Frida Kahlo

En esta pintura icónica titulada «El Venado Herido«, Frida Kahlo representa su propia lucha y dolor a través del uso de un ciervo joven con el rostro de ella misma. El ciervo aparece herido de muerte por un montón de flechas, simbolizando el sufrimiento físico y emocional que Frida experimentaba en ese momento. El fondo del cuadro, con un bosque lleno de árboles muertos y ramas rotas, refleja el sentimiento de desesperación y miedo que experimentaba. Sin embargo, en el lejano cielo tormentoso e iluminado por rayos, se puede ver una luz de esperanza, pero el ciervo herido nunca podrá alcanzarla.

Frida Kahlo y su cuadro del ciervo

Este cuadro «El Venado Herido» fue creado en 1946, después de que Frida fue operada de la columna en Nueva York. A pesar de sus esperanzas de liberarse del dolor, la cirugía no tuvo el efecto deseado. Esto llevó a Frida a experimentar una gran decepción, dolor físico y depresión emocional. En este cuadro, Frida se retrata a sí misma como un ciervo joven, simbolizando su juventud y vitalidad, pero al mismo tiempo, sufrir un gran sufrimiento. La palabra «Carma» escrita en la esquina inferior izquierda, refleja el sentimiento de Frida de no poder cambiar su destino.

En que se inspiró Frida Kahlo para el cuadro «El venado Herido»

Frida usó a su mascota, «Granizo», como modelo para «El venado herido«. Granizo era uno de sus animales favoritos y usaba a sus mascotas como sustitutos de hijos. Esta pintura ha sido interpretada de diferentes maneras por diferentes personas, algunas ven en ella su frustración por la cirugía fallida, otras su incapacidad para controlar su propio destino y algunas incluso ven implicaciones sexuales y luchas en sus relaciones.

Frida Kahlo regaló su cuadro de el ciervo herido

Frida regaló El venado herido a sus amigas Lina y Arcady Boitler como regalo de bodas, con una nota que decía: «Te dejo mi retrato para que tengas mi presencia todos los días y noches que estoy lejos de ti». Este cuadro es una pieza clave en la obras de Frida Kahlo y un recordatorio de su lucha y su coraje para enfrentar su dolor.